Ser maestro es el trabajo más importante, porque transforma la sociedad. Aunque no genera un inmenso valor material, monetario o aumente su poder adquisitivo el maestro con vocación asegura que este es el trabajo más importante del mundo.
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Un maestro transforma la sociedad, prepara para el futuro cambio, es trascendente, es la fuerza de transformación que necesitan todas las sociedades, ese es el trabajo más importante.
Pero algunas sociedades no valoran esta labor, no dan el estatus adecuado y menosprecian la labor docente, el acto educativo no es trascendental y mucho menos importantes.
La sociedad avanza gracias a la educación y el maestro es la herramienta más potente para transformar la realidad, por esta razón ser maestro es el trabajo más importante del mundo.
¿Por qué y para qué ser maestro?
- Para transformar la sociedad en la que vivimos.
- Para aportar valor humano a un mundo cada vez más desinteresado por el aspecto social.
- Porque estamos convencidos de la transformación de la sociedad.
- Ayudamos en la construcción de proyectos de vida.
- Porque estamos convencidos de nuestra labor social.
- Contribuimos al avance científico y tecnológico.
- Porque sentimos una vocación por compartir los saberes y las experiencias de la vida.
¿Por qué la educación es el valor fundamental de toda la sociedad?
Todas las culturas, civilizaciones y sociedades han sentido la necesidad de transmitir sus conocimientos, experiencias y sabiduría. A lo largo de la historia el acceso a los conocimientos básicos ha llegado a ser universal, todas las sociedades dejaron un estilo de educación, un mínimo de conocimientos para que sus ciudadanos participaran en de forma activa en la cultura y sociedad.
La educación es la forma única de mejorar la comunidades la mejor forma para resolver problemas cotidianos, sin educación no podríamos concebir la vida, tal cual como la conocemos. Sin el avance de la medicina, la arquitectura, las ciencias exactas, las ciencias de la vida, el surgimiento de las ingenierías, de las ciencias sociales, la administración, la generación de más conocimientos, no tendrían sentido, de no haber sido por la educación.
Algún maestro dedicó tiempo a enseñar o despertar interés en algunas de las mentes más brillantes que ha concebido la ciencia, algunos dejaron más expectativas en sus estudiantes que otros. Pero siempre lo hicieron motivados por un solo objetivo: “educar y enseñar para transformar.”
La educación nos hace más humanos
La formación que los docentes, maestros o profesores impartes a sus estudiantes, no solo se centran en el ego del conocimiento, de un saber específico; se centran también en la construcción de mejores seres humanos, de personas integras, participativas y empáticas con su entorno social, ambiental y cultural.
De nada sirve formar en conocimientos y saberes, si el corazón del humano no se transforma. Se debería transformar para ser más empático, para entender los problemas de los otros, para compartir y evitar vivir del ego.
Se educa para hacer mejores sociedades, mejores seres humanos. Pero eso lleva una lucha constante contra los intereses que se manifiestan en los diversos modelos económicos, sociales y culturales impuestos en las sociedades actuales.
En los países en vía de desarrollo y en los países industrializados esta dificultad es apremiante, pues los intereses monetarios y económicos, pueden desviar la atención de todos los ciudadanos, y validar sus ideas de progreso centrados en solo intereses económicos, olvidándose del valor fundamental que debe tener la educación.
Siempre convencidos de su vocación
Los aspectos sociales confluyen cuando los maestros intentan aportar en esta transformación. Los índices de desigualdad, pobreza y condiciones económicas pueden generar grandes obstáculos para derrotar la brecha entre sociedades. Pero frente a esta situación está el maestro, que día a día, convencido de su labor, y amando la vocación, decide en cada mañana entregar todo por sus estudiantes.
De forma desinteresada trabaja y lucha en contra de todas las condiciones desfavorables que puedan existir. Por eso ser maestro es el trabajo más importante, aunque las condiciones de violencia, desigualdad y recursos sean pésimas, siempre quiere y esta convencido de transformar su realidad.
El maestro quiere transformar la realidad social, económica y cultural de aquellos niños que diariamente asisten a su escuela, colegio o institución educativa, convencidos de que la educación les puede brindar una mejor manera de vivir, una mejor manera de concebir el mundo.
Cada sociedad se puede medir de acuerdo al valor que entrega a la educación, a las condiciones que establece para sus centros educativos, y al trato que reciben sus maestros.
Una buena sociedad, trata a sus maestros con el respeto que se merecen, con las condiciones adecuadas para educar y presta atención a que siempre mejoren sus estrategias, didácticas y metodologías para la educación del futuro.
Ser educador es un privilegio
Ser maestro es un privilegio, porque cada uno de ellos toca el alma y el corazón de una persona, de un niño cuando aprende a leer y sueña con ser un astronauta; de una niña que aprende a multiplicar y sueña con ser una gran matemática; de un joven que está convencido del valor humano de las personas y decide ser sociólogo; y de un adulto que a sus 40 años entiende porque es importante aprender a leer, sumar y restar.
Es un privilegio transformar el alma, construir y aportar a cada proyecto de vida que pasa por el aula, a cada punto de vista diferente de la realidad, es el maestro el que forja el futuro, y el que transforma la visión del mundo en el que habitamos.
Un maestro siempre ha estado detrás de cualquier mente, de cualquier ciudadanos, de cualquier ser humano. Alguien transmitió con vehemencia y amor matemáticas, historia, geografía, arte, dibujo, ciencia, espiritualidad, proyecto de vida, literatura, lenguaje, educación física, francés, inglés, español, tecnología, estadística, cálculo, física, química, biología entre otros tantos saberes, para contribuir a la formación de la sociedad.
“La educación es la clave para avanzar, y el maestro es la herramienta más potente”.
Conclusiones
- La sociedad avanza gracias a la educación.
- El maestro es la herramienta más potente para transformar la realidad.
- Ser maestro es un privilegio.
- Ser maestro es el trabajo más importante.
Para cuestionarse
- ¿Qué maestros marcaron tu vida?
- ¿Podrías estar en este punto de tu vida sin la ayuda de un maestro?
- ¿Estas convencido de que tu trabajo de maestro es un privilegio?
- ¿Crees que puedes cambiar el rumbo de la sociedad?
