La motivación como estrategia de aprendizaje es necesaria, indispensable y obligatoria. Cuestionar las prácticas pedagógicas en torno al concepto de motivación suele ocurrir en todas las escuelas o centros educativos. La motivación puede aparecer desde el interior, o bien desde nuestro entorno. Aquí reflexionamos y les contamos como abordar el tema de la motivación.
Siempre que exista aprendizaje algo de motivación debe existir.
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¿Qué es la motivación?
La motivación podríamos definirla como un impulso o fuerza necesaria para realizar una determinada acción, una obra o realizar alguna actividad indispensable.
Por lo tanto, siempre necesitamos de la motivación para poder llevar a cabo algunas actividades de manera más natural y de forma agradable. En ocasiones la motivación suele surgir por el gusto de realizar la acción, pero en muchas otras situaciones se despierta por una necesidad básica que debemos suplir.
Por ejemplo: “para escuchar música siempre notamos una motivación agradable, porque nos gusta y nuestro cerebro recibe un refuerzo positivo; pero cuando debemos realizar otro oficio, como, por ejemplo, lavar los platos de la cena, esto no parece tener alguna motivación, por el contrario, puede desagradarnos, pero igual lo debemos hacer por satisfacer una necesidad de limpieza y orden.
Por lo tanto, la motivación no siempre nos empuja a realizar las cosas que más nos gustan o nos apasionan, también nos recuerda que debemos hacer cosas que nos disgustan.
Un Maestro Motivado
A pesar de las dificultades, del agotamiento físico, siempre encontraremos un maestro apasionad, entregado y motivado en un aula de clase.
Dejar apagar la motivación del maestro convierte en un desierto el aula de clase. El maestro siempre debe estar motivado a enseñar. Y aunque humanamente desfallecemos y decaemos, siempre tendremos alguien a nuestro lado que nos contagie la emoción de enseñar.
Si no enseñamos con motivación nuestra vocación se apaga lentamente. Y el sueño eterno de la transformación de la sociedad se difuminará como la luz del sol al anochecer, y las tinieblas entraran en cada rincón de la sociedad, perderemos la guerra contra la ignorancia y la visión individualista del mundo actual.
La motivación como estrategia de aprendizaje
En la escuela y en los procesos de enseñanza, solemos creer que siempre que mantengamos a los estudiantes motivados, estos aprenderán de una manera formidable. Y resulta que en ocasiones esto no es cierto.
La motivación es una buena estrategia para mantener una conexión estable entre los estudiantes y el gusto por aprender, sin embargo, en ocasiones esta motivación suele fracturarse cuando sólo uno de los dos actores del proceso de enseñanza actúa de manera correcta.
Entonces siempre escucharemos la sabia frase: “si a los estudiantes no les gusta lo que tu enseñas, eres un maestro que no los motiva”. Pero esta frase suele caerse completamente al suelo, cuando podemos evidenciar que el estudiante no se encuentra motivado desde su interior, no le encuentra sentido a la enseñanza, y no entiende por qué aprender es fundamental para su vida.
La motivación extrínseca
La motivación proviene del exterior del estudiante, sus padres suelen condicionar los comportamientos del niño con premios; sus profesores suelen motivarlo con buenas notas, con puntos positivos, realizando grandes reconocimientos al estudiante.
El niño está viviendo una motivación de afuera de él mismo. Sus logros, premios y satisfacciones provienen del exterior, las notas, los reportes positivos, la satisfacción de pasar un test, de exponer de manera adecuada, y siempre recibir la retroalimentación de sus compañeros de clase y de sus maestros.
La motivación intrínseca
La motivación proviene del interior del estudiante, de la satisfacción y gusto por aprender, por estudiar, por descubrir, por conocer nuevos mundos. Proviene de los deseos internos de los niños, de su curiosidad, de su amor por entregar lo mejor de ellos en cada situación. Y nunca depende de un estímulo externo.
Un niño que asiste al club de lectura, por el placer que le supone los libros. Entrenamientos deportivos donde se nota la pasión y el gusto por asistir. Y la recompensa no proviene del exterior, sino que genera una satisfacción interna que no llega a tener comparación.
Motivación extrínseca VS intrínseca
Aquí deberíamos encontrar el balance perfecto, porque el condicionamiento hacia una educación que solo motive a sus estudiantes por notas puede traer problemas, pero una escuela que no despierte el gusto y el amor por el conocimiento, será una escuela destinada al fracaso.
Es obvio que dependiendo del desarrollo y de la etapa de los estudiantes tendremos más de una que de otra. Es decir, entre más pequeños sean nuestros estudiantes, necesitarán un poco más de motivación extrínseca; resaltar sus logros, valorar el esfuerzo, motivar al alcance de metas.
Y entre más grande sea el estudiante, tendremos que propender por el desarrollo de una motivación intrínseca, que suele ser difícil de medir, observar, pero que con estrategias sutiles se puede despertar. Sobre todo, en adolescentes que suelen dudar y cuestionar el sentido del aprendizaje, de su entorno y hasta de la vida misma, pero es en esta etapa donde consolidan sus gustos, su ideología, sus intereses y trazan un proyecto de vida a largo plazo.
Motivación extrínseca |
Motivación intrínseca |
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La motivación Positiva vs Negativa
Estas dos divisiones de la motivación nos permiten entender como nuestro cerebro está actuando, dependiendo del tipo de respuesta o estímulo que este suscitando al interior de los estudiantes al realizar diversas tareas o actividades cotidianas.
La diferencia radica en el tipo de recompensa que obtiene al finalizar cierta actividad. Si el cerebro percibe esta recompensa como positiva, pues generará una asociación positiva de agrado; y luego al volver a realizar dicha actividad recordará que genera alivio, felicidad y emociones positivas.
Pero si la recompensa que recibe el cerebro, es negativa, como un castigo, humillación, frustración o fracaso, pues el cerebro recordara que al realizar dicha actividad las emociones que despertarán serán completamente negativas.
Aquí es preciso aclarar que la motivación negativa es necesaria para el cerebro humano. De esta manera se regulan muchos comportamientos que son éticamente incorrectos en una sociedad.
Es importante que revisemos como maestros, como afrontamos el tema de la motivación en el aula. Y que encontremos el balance perfecto entre motivación extrínseca e intrínseca, que tomemos conciencia sobre la motivación positiva y negativa. Y que reflexionemos sobre la motivación como estrategia de aprendizaje.
Conclusiones
- La motivación como estrategia de aprendizaje es fundamental en el aprendizaje.
- La motivación no siempre debe ser extrínseca, debemos ayudar a los estudiantes a consolidar su motivación intrínseca.
- Un estudiante con un balance motivacional, es un estudiante exitoso.
- Un maestro motivado siempre será mejor maestro.
Para cuestionarse
- ¿Estás motivado?
- ¿Cómo manejas la motivación en el aula?
- ¿Sientes que tus estudiantes están motivados?
- ¿Cómo encontrarías el balance perfecto?
Eres un excelente ser humano, admira toda esa bondad que hay en ti.