Mejor sin sentido común ¿Cuántas veces no hemos recibido trabajos de estudiantes, actividades, tareas o deberes, y los maestros nos hemos dado cuenta de que eso no era lo que esperábamos recibir? Pues bien, mejor sin sentido común.
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Los maestros siempre damos por sentado cosas, porque suponemos que los estudiantes entienden implícitamente los asuntos que hemos expuesto, o las instrucciones que el docente ha impartido.
El sentido común puede ser descrito como las creencias o proposiciones que se alimentan por la sociedad, la familia, el clan, el pueblo, la nación o la propia humanidad.
Henri Bergson, define el sentido común como “la facultad para orientarse en la vida práctica”. Mora y Anda dice que el sentido común nos ahorra tonterías, calcula lo improbable, lo razonable y lo absurdo. Trout y Rivkin, afirman que el sentido común, es una facultad esencial de la persona, que posee la generalidad de las personas, para juzgar razonablemente las cosas.
Hipat Roses, lo define como el don provisto para saber distinguir todo lo que nos rodea: el bien, el mal, la razón y la ignorancia.
Entonces por qué damos por sentado cosas que nunca explicamos a los estudiantes, como por ejemplo, las instrucciones de un trabajo, las indicaciones para realizar una actividad, los argumentos para un escrito, la estructura para un deber, entre otras cosas.
Es mejor sin “sentido común”, evitar dar por sentado cosas que no hemos explicado. El sentido común, es inherente al aprendizaje de cada individuo, de cada persona, niño o adolescente. El sentido común, no es único. Es particular a cada contexto social y cultural. Puede normalizar algunas conductas impuestas, ese pequeño conjunto de normas que hacen parte de la moral. Dar por sentado cosas, es un grave error, suponer que la otra persona ha entendido ciertas normas de forma tácita sin que se le haya expresado, verbalizado o socializado es un grave error para un maestro.
Voltaire, decía que “el sentido común no es nada común”. Entonces sería mejor sin sentido común, a la hora de evaluar, dar los criterios suficientes y ser lo más claro posible para evitar dificultades durante el proceso evaluativo con los estudiantes.
Tener presente que en ocasiones esperamos obtener respuestas, frente a preguntas que no han sido claras. Los maestros deberemos procurar por ser contundente con las instrucciones frente alguna actividad, explicar el uso de diferentes herramientas y la construcción de elementos de estudio.
Conclusiones.
Mejor sin sentido común
Ser claros en las solicitudes.
Evitar ambigüedades en la comunicación.
No partir del hecho que los sucesos se entienden porque sí.
Ser claros a la hora de evaluar.
Brindar información suficiente.
Repetir varias veces de la información. Asegurar que todos comprendan.
Preguntas para reflexionar:
¿Qué consideran que es el sentido Común?
¿Es importante el sentido común?
¿El sentido común puede variar según el contexto?
